Quiero ser como Gus Hansen

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Emulando el título del film “Quiero ser como Beckham” voy a hablar hoy de un jugador que simboliza mucha de la fascinación y el encanto que muchos sienten por el poker.

La idea de este artículo surgió leyendo un comentario en una noticia de póquer-red sobre las ganancias de Gus en los high-stakes de FullTilt que decía lo siguiente:

“Luego están los que dicen que es un jugador extraño que ni lee libros, ni piensa en probabilidades y hace malas jugadas, pues menos mal porque sino.... creo que tiene "algo" no se si es intuición o qué pero que no se puede aprender en los libros”.

Desde mi humilde punto de vista todo se puede aprender de los libros y, al mismo tiempo, por muchos libros que leas no sacarás nada en claro sin interiorizar y poner en práctica todo ello (¿recordáis el método PDCA? ). Los libros (igual que los estudios) tienen un valor intrínseco limitado pero aportan dos grandes virtudes:

1) Acortan caminos que sin ellos se nos harían realmente duros de recorrer para descubrir lo que ya había sido inventado y documentado hace tiempo

2) Actúan como disparadores de la creatividad, aportando la base para un conocimiento a desarrollar por uno mismo mediante la reflexión y el trabajo incesante.

¿Tiene Gus Hansen algo que no se puede aprender en los libros?

Mucha gente se jacta de que lo que tienen ellos no se aprende en los libros. También los judíos dicen que son el pueblo elegido y mira la que están liando jajaja. Creo que los genios son bastantes escasos y casi nunca autoproclamados.

Desde sus grandes éxitos en torneos televisados como el World Poker Tour (WPT), Gus se convirtió en ídolo de aficionados con su estilo loose agresivo (lo que solemos llamar maniaco). Es el paradigma del jugador “mago” cuya lectura de los rivales y su intuición le han llevado a conseguir todos esos éxitos con un estilo francamente espectacular.

Este privilegiado, que para algunos goza de un don, parece no necesitar, por tanto, de odds, tablas, conocimientos matemáticos, etc como todos los pringadillos que andamos devanándonos los sesos con nuestro Excel y nuestros programitas de marras.

Conclusión: lo que pone en los libros es sólo para currantes que jugamos diez mesas online. Para jugadores superclase como Gus esto no tiene lugar y, de hecho, se merienda a jugadores “de libro” sólo con mirarles.

¿Tiene algo que decir Gus Hansen a todo esto?

Lamentablemente no me resulta posible preguntárselo a el mismo, pero si leer alguna entrevista suya. También estoy echándole un vistazo a su libro Every Hand Revealed que ha salido por un precio irrisorio y es bastante aconsejable (creo que está infravalorado como libro).

Veamos que es lo que dice el bueno de Gus sobre el mismo porque es muy interesante:

“Definitivamente soy más agresivo que la mayoría de los jugadores, pero además tengo una filosofía diferente acerca de mi juego. Mi mirada es más desde un punto de vista matemático, cuando los demás confían demasiado en su instinto o capacidad de lectura. Algunas veces permiten que eso eclipse la verdad matemática, cuando por mi lado dejo que los números hagan lo suyo.”

¡Jodó! ¡Si Gus Hansen dice que las matemáticas son el eje de su juego! Y encima critica a los lectores de cartas, es decir, a los que tienen intuición…

Proviniendo de mundos como el backgammon (juego que desconozco totalmente) y ajedrez (juego que conozco bastante profundamente) no me extraña esa visión analítica y cien por cien racional de Gus.

¡No puede ser! Si yo le he visto hacer locuras por televisión….También Gus nos responde a eso:

“..la televisión siempre muestra las jugadas más espectaculares, y eso crea la ilusión de que mi juego es disparatado. Pero parte de mi éxito se basa en aprovechar lo que la gente hace pensando que generalmente voy a subir o resubir una apuesta. En un momento dado estoy en un farol total, y al próximo en un juego matemático. Creo que eso me convierte en alguien sumamente difícil de leer.”.

O sea, el amigo Gus juega con lo que llamamos “imagen” y ¿ no será que lo que el llama “el miedo de la gente” es lo que en algunos libros se denomina Fold Equity?

La moraleja de todo esto es que la televisión, las páginas web y los comentarios (habitualmente de gente que no sabe demasiado de poker) logran encumbrar a jugadores y mitificarlos de tal manera que llega un momento difícil de separar el grano de la paja.

Además, y desde el punto de vista comercial, está muy bien creer que es suficiente con tener un don y no ser necesario un durísimo trabajo en la parte técnica y en la parte psicológica. De esta manera, conseguiremos que miles de jugadores que, por supuesto, se creen poseedores de ese don sigan jugando al poker.

Ahora que está tan de moda el debate sobre las competencias de innovación y su transferencia a las comunidades autónomas, creo que no estaría demás preguntarnos ¿qué es la innovación?

Desde mi punto de vista, innovar es la capacidad de adaptarnos al cambio en nuestro propio beneficio. Quizás Gus en el mundo del poker ha ido más allá y ha sido impulsor incluso de ese cambio, teniendo que arrear el resto y adaptarse a la hornada de loose agresivos que existe en la actualidad.

Matemáticas, estudio, reflexión. No hay dones esotéricos. Hay innovadores.

A veces pienso qué habría ocurrido si Gus Hansen fuese español. Seguro que se estaría llevando palos en los foros y blogs día si y día también.

Y es que en España demasiada gente tiene el don.